Junio.
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EXERCICIOS
te hizo venir
á
su presencia
á
Primo, le dixo qne su
hermano Feliciano había , en fin abierto los ojos
á
su
propio bien,
r~conociendo
que la Religion Chriscia–
na era un texido de extravagancias, sostenido por ar–
te' diab61ico,
y
qne habiendo sacrificado
á
Júpiter
y
á
Hercules, se hJ!hba colmado de gracias
y
benefi–
cios , con que le habían honrad"
los Emperadores.
San Primo ,
:í
quien Dios por medio de un An–
gel habia revelado rodo Jo sucedido con Feliciano,
le respondió : " Admlrome de la seriedad
y
de la
nseren dad con .que mientes , disimulando tu
int!e–
,,cente artificio;
si:
muy bien
Ja
constancia con que
,,mi hermano tolero los mas crueles tormentos ,
y
nno ignóro las celestiales inde¡;ibles dulzuras con que
nDios le está consolando en
'e<.te
mismo punto en
"que te hablo ; espero en su bondad me concede–
" rá
la gracia de que no
le
sea menos
fiel
ni me–
" nos generoso. Enfurecido Promoto al oír estas pa–
labm:
1ií
sacri/ic.1rás á Júpiter,
le dixo ,
ó
tú
sufri–
rás lo que hasta ahora ning!m nnrt.:il ha St((rido."
Yo,
nrespondió el Santo , solo sacrifico al verdadero
"Dios ,
y
no á vuestro Jlipiter ,
á
quien vuestras
nmismas
fábulas nos
le representan como el hom–
" bre mas perversa de todos los morrales ;
y
por lo
,, que mira á tus suplicios , verémos quien se cansa
nprimero, tú de atormentarme , 6 yo de pade–
ncer. Lleno de rabiosa cólera
el
Gobernador, man–
dó qne le m.oliesen
á
palos,
y
que aplicasen hachas
~ncendidas
iÍ
lo; cardenales
y
:Í
las llagas. En este
cruel tormento levant6 el Santo los ojos al Cielo,
dulcemente ,
y
exclamó de esta nunera : "
Pro~_\;-·
teme , mi Dios , como
se prueb1
la
p}ata con
el
,,fue-