DEVOTOS•.
partes; pero no
estais
entonces como Esposo, como
Padre' (;erca de una alma
a
quien no ocultais , de
quien
os
retirais en castigo de sus delitos ; solo estais
en ella
y
junto
a
ella como un Juez severo
e
inexo–
rable;
·E~
verdad que Dios calla
.entonce~,
porque
se porta como si estuviera lejos; que calla aún quan–
<l'o vé, y ,es testigo de los mayo.res désórdeoes; nin-..
gun temor saludable, ningunos remordimientos
se
perciben ;
~
pero puede h:iber en esta vida castigo de
DioS-mas terrible,que este silencio?
~~1é
juicio
S"'
-
ce
de un enfermo , q uando el Médico se
r~tira
sin re–
cetar nada, quando
un
hábil
y
caritativo Médico lo
abandona ? quando Dios
se
ha retirado de un peca–
dor, quando este Divino Salvador no le hace
yáoír
su
voz, quané:io parece ha
pe~·dido
de vista
a
esta.po–bre alma :
~en
qué viene
a
parJ.r
la
infeliz?
~qué
vá
a-ser de esta miserable
?
El Demonio habla entonces,
hablan las pasiones, habla el amor propio, todas las
malas inclinaciones hablan , vocean , gritan.
El
mun.;
do habla' habla el _espíritu del mundo ; hé aquí los
únicos que hacen oír
su
voz , mientras callan
la
con;
ciencia , la religion,
la
fe.
CastigadmeJ-Dios
mio,
en esta vida con
los
casti–
g©s mas rigurosos; yo adoraré,
y
besaré la mano
qtJ.e
me
hiera-; porque sé que no me herirá sioo para
cu~
rarme;
pero
no me castigueis jamás con vuestro silen.,.
cio, ni
os
retireis jamás de mí, por mas pecador quq
sea.
..
:~
.
,
Tom.
111.
JA-!
de Pasion.
>
-