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EXERCTCIOS
Martes muerte mandq
a
su hijo que usase de rigor con Ios
que él habia perdonado. Isaías, Ezequiél, Jeremías,
y•los otros Profetas, usaron de moderacion, tuvieron
·paciencia;pero su.mansed urübre parecia desabrida ,pa–
recia algunas
veces
forzada; y los deseos que pare–
ce
tenian de ver
a
sus enemigos humillado.s , afligi–
dos , aniquilados , por mas misteriosos que sean, al–
teran su mansedumbre,y quitan mucho lustre
a
su pa–
ciencia.Sola la mansedumbre de este D1vino Cordero
no se
desrl1,i~nte
jamás ' jan.1ás afloxá ' jamás
vá
a
me- '
nos.
Pater, _dimítte illis, non enim sciunt ,quidfáciunt.
Hasta sobre la Cru"Z.,unrmomento ames de espirar,pide
a
su Padre que perdone
a
los que hasta entonces se
han mostrado tan sedientos de su sangre ; escusa su
crueldad , atribuyendola
a
ignorancia. En esta escuela
fue donde tantos millones d'e Martires.aprehendieron
a
6er tap
pacient~s· ,
y todo,s los ·Santos
a
tener toda su
yida una
~11ansedumbre·
inalterable. Esta
1
es leccion
universal,
y
sin embargo es ignorada de 'bastantes per–
sonas ..
Esos
humores acres
y
enfadosos,
esos
ayres
Qltaneros
e
imperi9sos 'e.sos tonos
~ternan1ente
secos
e
impacientes, esas modales fieras
y
austéras jamás se–
rán el
czarátter de la. verdadera virtud. En vano au–
torizamos
n.ue~tro
mal humor con el nombre de zelo;
~i
el espÍritu de Jesu-Christo
es
quien lo aníma, debe
.5er suave• .La devodon christiana nunca fue adusta,
y
mucho
tlJetlds
1
colérica.. nesde que tiene hiel'
o
acri–
minia ,_es pasion. ;
~é
errpr, querer escusar su
mal
humo~
y
su impaciencia con la indocilidad
del
hijo,
o
con la
necedad <le un criado! Estos frutos silvestres
naGe+1 en nuestro-terreno. Ninguna cosa muestra mejor
que un
espíritu
es inculto,
y
un corazqn
inmortificado,
que