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D 1 A X X 1 X.

revolverse

d

"coraion contra sus preceptos ; religion

'santa , y costumbres estragadas en los que ·la 'profesan;

creer todo aquello que impone una indispensable necesi–

<iad de vivir una vida inocente, exempJar, irreprehensible,

y

vivir de manera que se desmienta todo lo que se cree.

A la verdad es deplorable la suerte de los Infieles ; pero

fl desórden de la mayor parte de los Christianos los pro.:.

n1ete mejor suerte

~

Gran desgracia es no vivir dentro del

gremio de la Iglesia, no tener dnecho

á

la eterna bienaven–

turanza , ( pero será desgracia menor ser hijo de la Iglesia,

y

hacerse indigno de la eterna bienaventuranza

á

que se tie–

ne derecho

~

Ciertamente

¿

quál sera ménos malo, ó

no

creer lo que hay obligacion de creer,

ó

no hacer casi na–

da de lo qne se cree

~ ~Por

quál de estas dos partes me

comprehenden estas conclnyentes reflexiones

r

¿Qua! es mi

Fe

r

~

y

quáles nus

costumbres~

En fin, yo creo; porque

n1e causaría horror el ser infiel ; ¿ pero vivo con1o Chris..

tiano

~

Creo que el infierno , que una eterna desdicha es pe–

na justa del pecado mortal ;

¡

y todavía peco! Creo que

-

Jesu-Christo,

mi

Señor,

mi

Redentor, y mi Juez está real–

mente presente en

el

Sacramento del Altar ; y estoy sin

respeto, sin devocion ', sin un reverente temblor en su pre–

senc-ia

!

~

Atreviérame

á

ponerme delante de los grandes del

n1undo con la 111isma indecencia ., con la misma

inmodes~

tia , con la misma libertad c0n que me presento en la Igle–

sia

~

Sé muy bien lo que es , y lo que vale una Misa. ¿

Y

con qué devocion , con qué ansia asisto á

ella~

¡O

Dios!

¡

y qué terrible efecto hace en el corazon de un moribun–

do esta oposicion de Fe, y de costumbres! ¿Qué pensaré

yo mismo de esto en aquella fatal hora , que dentro de po–

co tiemro ha de decidir mi suerte

ere~~:rfa ~

·• ·

¡

Creese que hay infierno , y se peca !

2

Aquella muger

profana, cuya conciencia es un caos ,

y

que idolatra en

el

mundo , cree las verdades del Evangelio , y cree que hay

infierno~

2Aquellos hombres perdidos , y disolutos , cuya vida

es una cadena de maldades ; que se burlan con la

n1a~or

m-