-70-
01tA.Cl6N,
A vuestros pies dueño amado,
Dios
y
Hombre verdadero,
que estáis en ese madero,
por mis culpas enclavado:
Rendido, humilde y postrado,
vengo
á
llorar vuestra muerte,
¡ay Dios
!
que dolor
tan
fuerte
tiene mi alma arrepentida,
de ve'r que mi mala vida
os ha puesto
de
esa suerte!
Rayos
de
divina
luz,
á
las almas env1ais,
y
al
pe-r
ón
las oonvidais
desde el árbol de la Cruz:
¡Oh dulcísimo
JESÚS!
y¡ qué ciego que viví! .
mas ya vuestras luces ví,
y
encendido el corazón,
os pido, ·mi Dios, perdón
de lo que pequé hasta aquí.
··Pésame mi Redentor,
de haberos tanto ofendido,
que me perdorieis os pido
por vuestro infinito amor:
Yo
soy
el vil pecador,