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y
corresponder
á
tan gran fuego de amors
como me mostrais. Pero, DioF= mio, Vos o
portais en todo como quien sois,
y
yo co:
mo miserable, lo hago todo miserablemen
te. Pero aún esto me quisisteis conceder
que os hicisteis flaco con los flacos,
pohr~
con los pobres,
y
tomasteis semejanza de
pecador con los .pecadores, para que to–
dos viesen que no esperais de nosoh·os cosa ,
igual á las vuestras, pueE\ no la tenemos,
sino que os contentais con n'uestras pobre.
zas
y
deseos. Pues, Seiior de mi alma, todo
lo que de vuestra
~ane>
tengG recibido, aquí
os lo ofrezco
y
ent ego, para vuestto perpe..
tuo servicio: cuerpo, alma, sentidos, roten·
cías, vida
y
uerte; cuantos dones me dis–
teis; amigos, parientes, ingenio, habilidad
1
bienes naturales, tempo.rales
y
de gracia,
todo lo pongo á los pies de vuPstra
cruz~
Hasta, ahora, buen Jesús, de todo usé ma1;
pues dándomelo
V,
os para que os sirviese
y
para merecer vuestra gracia
y
vuestra glo ..
ria, con todo os ofendí
y
merecí vuestra ira
y
la perdición de mi alma. Pero
á
Vos me
vuelvo, Redentor mío, con cuanta eficacia
puedo: aquí m.e entrego dispuesto para to.
dos los desconsuelos, tribulaciones, desam–
paro~,
y
cuantos trabajos quisiéreis que por