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que una prep1uaoi6n anticipada, parn. celebrar
más dignamente estas fe:;:iividades; por eso, en
muchas de ellas y á medida de su solemnidad,
tiene preceptuado el ayuno, además de las pre·
ces establecidas en el oficio divino; porque,
después de
la
limpieza del ooraz6n, no hay me·
jor modo de prepararse á celebrar una fiesta,
que la oración humilde, acompañada de la mor-
tificación.
·
}Jste doble objeto se propone la Iglesia con–
seguir en las vigilias, que ha establecido pre–
cedentes
á
sus principales fiestas, que són más
6
menos solemnes, á medida de las festividades
á
qtte ellas se ·efieren. Desearíamos, por lo tanto,
extenderno a
í
ep una explicación más minu..
ciosa sobre as nto tan principal, en favor de
]as personas
enos instruidas; pero el plan que
nos hemos t rasadG, no consiente ir más adelan–
te sobre este asunto: librús hay
y
muy buenos,
en que los fieles podrán hallar copiosa y solida
instrucción, Ulientras que lo dicho, basta
á
nuestro propósito, como punto de partida para
el principal óbjeto <le este Manual.
J
Siguiendo, pues,
const~ntemente
la Iglesia la
regla impuesta por su inspirada sabiduría, con–
sidera el tiempo santo de la Cuaresma como
una preparación necesaria para celeb1·ar la gran
fiesta del catolicjsmo, la solemnidad de las so–
lemnidades,
y
por decirlo de una vez, el recuer–
do anual que hacemos del gran misterio de
n1;1estra Redención, origen
y
fundamento de
nuestra religión; conociendo nuestra Santa Ma–
dre la Iglesia
cuánto~ ·
y
cuán copiosos son. lof5