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1

1

·106

s

E

R M

º·

N

VI.

C)uifo, que con tal numero fe hicieffe univerfal

{u

efpleodor.

Parece

que defteHa gotas de oro,

o

centellea.

Otra

cfpecie

ay ,

que ceñida.

de

una Zona blanca, tiene en cintura

{u

lu.z. No admite buril en

fu

cuerpo ;

y

fi

acafo le abriG brecha el cincel , muerde la cera , cornD

que la ha menefler

para

~rillar.

Los refplandores, que enciende

el

Sol en el carbunclo con fus rayos, enfayos fon de

Magdalena.,

por-i

que: es corta imagen del carbunclo, que arde en

fu

pecho. Mas

pro~

porcionare las llamas ,

ya

que no fe aífemcjan los incendios.

3

Parece el carbunclo porcion de luz ardiente, que luce en

el

· M~ndo,

robada del Cielo; porque como Chrifto es Sol,

y oy

fe

halla

Magdalena ta·rt cerca

de

el:

SecuJ

peáes;

al

confiJcrarla

e~

M!lndo.

tan

celefl:ialmente

lucida,

pudiera penfar, que

la

luz de

Mag1

dalena era de

el

Divino Sol robada. Oftenta

el

carbunclo fus luces

én las

f

Qmbras , porque Magdalena deshizo fus fornbras con fus lu.,·

~es

;

y

fi

fe previno la noche de la culpa

a

la luz de

fu

gracia

>

no

fu~

como <lifpoficion , s1 como ruina. El.carbundo del.lila

gotas

de

or~

entre fuego : no dudo que fean lagrimas, hijas de

fu

ardor ; porqutt

:fiel

oro es hijo de- la ardiente luz , en que {e fignifica la

caridad ~

fiendo las lagrimas de' la Magdalena hijas del amor , era precifo

qu~

falieífen como oro, aunque corrieffen como agua.

Ay

mucha difei

rencia entre el agua ,

y

el oro , refpelto al fuego ; porque la agua e!1

el

fuego fe

evapora;

el

oro en

el

crifol fe aquilata:

y

como las

Jagri..¡

.mas de Magdalena falian como oro de

el

encendido carbunc)o

d~

:fo

caridad

o

fe

defvanecian en vapores,

fino fe refinaban en

qui~

lates.

4 Las lagr

imas d

e

Jeren1\as

fe acrifolaron en fuego del Ciclo ,

yt

. __ .no falieron del

fue.go

como oro , si corrieron del Cielo corno

agua~

~,~2·

1

!

Dt

t:ccelfa mifsit lgnem:

Jel,circo

rJculus meus deduceru aquas.

Pues

po~

que

las de Magdalena han de falir como oro,

y

las de Jerem!as

com~

agua? Es la razon. Las lagrimas de Jerem)as eran oc:afiona<las

del~

pena, en que era parte principal la jufücia; las de Magdalena era[\

Qcafionadas de la aoguília , _en que era

parte

principal d amor:

y

la.,

grimas , que vienen por la jufücia , corren como agua amarga ;

ma~

·

lagrimas, que

fe

originan

de la

caridad ,

corren

como

oro

puro.

) Doce efpecies

ay

de efte brillante incendia: en el numero

do~ ·

.ce

fe

lignifica

la

univerfalidad, porque

efte

ardiente amor

de

Mag~

,~falena

en

(u

arder, equivale

a

una univerfal luz de amar, aviendofe

de eftender por todo

el

Mundo con claridad el lucimiento de

fu

fi~

neza. Cillefe con una blanca faxa el carbunclo, porque

el

amor de

Magdalena fe ceñia al candor, adornandofe con la blanca eftola de

la-pureza la que vefüa la purpura de la vanidad. No admite burll

el

~arbunclo;

porque

íi

en

el

burll

fe

explica el rigor, no necefsita

Mag-i

'dalena para que fe enmiende amorofa de que la apremien con la

fe~

vera

amenaza. Apetece

el

carbunclo la cer'a:

fera

porque como

la

cera es material qel ardor, es

convenie~te

que fe vea en Magdalena

lín

amor

derretido

con µna llama continuada. No

ay

piedra precio!!

fa

refpelto de que no luzca mas el carbunclo,

o

de que no fea mas

fi1

ardimiento, porque el amor de Magdalena

a

Chriilo es mucho,

aun~

que fe

compare

CQn

q~~lg,

1.lÍ~

( 9~iQ ~or

Je

gri\gdc aprc,io:

Diloc/S_.

w;.u/tum!.