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496

INJUSTICIAS EN

LA·

MUERTE

gua voccáran

~

y

clamaran las tinieblas de la noche , de que las

ván deficrrando las luces claras

del

dia ,

fi

yá no fon lagrimas

-de fentimiento

el

rocío que vemos por la mañana; pero ef\:e mo–

do de expeler lo nocivo, no debe llamarfe inquietud, fino triun .•

fo

ilufire de lo bueno , que tiene

á

fus pies

lo

malo, y vá atando

lo peor. Es una fanta inquietud , que fofiega el Pueblo que eíl:a.:.

ha

inqui

1

to con

u1~a

falfa quietud; porque nunca la República

fe

halla

ta

inquieta,

y

fediciofa, como quando prevalece la vio–

le

· ntra

la

ley ,

y

razon , pues entonces efiá mas cerca de

perderfe con defofofiegos públicos , que no quando la reforman

con prudencia , reét:itud,

y

fuavidad : y afsi lo permite Dios por

haber ddl:errado de ella la juíl:icia, y la virtud. ¡O!:te quieto que

cfiá

el

enfcnno con

el

letargo mortal

!

No fe mueve

el

pobreci~

"to , y tiene la mifma muerte dentro de aquella '!uietud.

4

Al

perderfe una Ciudad , al relajarfe los malos, gran fo..

fiego ; porque reyna

la

voluntad en los vicios, y holgando, bay–

lando , y pecando los vafallos con una falfa alegria , llegan á la

perdicion; pero de alli algunos años , eíl:a que -parecía quietud,

y

contentamiento tiene cfeét:os de encuentros, y [ediciones; por–

que la volunc:id

propi~

, q e fe

eg~rcit6

en el vicio , cobr6 fuer–

zas para hacer fu voluntad en

la

traycion, rebeldia , y tiranía,

y

facudi i;

el

yugo de a obediencia

a

las leyes , y

á

los

~yes.

Por

el

contrario parece inquietud la reforn1acion ,

y

luego produce

efeét:os dulces de paz; porque con la obfervancia de las leyes

fe

-introduce

el

refpeto , y reverencia

á

los Reyes, y anda todo con–

certado con ver que

el

Rey obedece

á

Dios, los Jueces, y Magif.,

trados al Rey : los vafallos

á

los Magiíl:rados públicos ; y de eíl:a

fuerte , la paz, quietud , y tranquilidad, entrandofe por las·ca-

ías, las vá llenando de

gozo~

de fuavidad, y confuelo.

·

;

La

otra parte de la acufacion fue de grandifsin1a n1aldad,

y

falfedad, diciendo:

~e

enfeñaba negarle

el tributo al Cejar;

porque eífo fue fa lfo: no folo por la

Doéhin~, finop~l

ege1n–

plo del Señor. Pues habiendo venido

á

cobrar de fu perfona el

tributo , fin embargo de efiar efento ,

y

confefarlo afsi, quan–

do

le

dijo

á

San Pedro:

~es

terrt:t.

a

quibus accipiunt

tributum~

Los fl\.eyes cobran de fas hijos

,

o

de

fas

"Pafallos?

Y

rcfpondi6:

IDe

fas

"Pafallos. Luego

libres

ef!_án

los

hijos.

(e)

Con

todo eífo,

por

no