-51
MARIA.
Unica luz y esperanza
Del humano
de~consuelo,
Que brillas en tierra y cielo.
Con esplendor sin igual,
Con un rayo
oe
tu aureola
Mi pobre frente ilumina,
En la sen,da peregt·ina
De la vida
ter~;enal.
Hermosa primera imágen
Que anit"QÓ mi fantasía,
Como la il.nrora del día
Sobre su tallo á la :flor;
Primer nombre que mis labios
Pronunciaron con dnlzura,
Como el ave que murmura
El primer canto de amor,
0uando el éoo ele tu nombre–
Llegó, Señora,
á
mi oído,
Con misterioso latido
Se agitó mi corazon;
Y, al ver tn imilgen divina,
Por vez primera mis ojos,
Repetí tambien de hinojos
De mi madre la oracion.