C A P I T U L 0 XVI.
·
uniuscuiusque voluntati, ad quod
quisq.uevolebat , convertebatur.
22
Nix
0
autem et glades
sustinebant vim ignis , et non
tabescebant :· ut scirent quoniam
fruetu's inirnicorum extermina–
bat ignis ardens
~n
grandine et
pluvia coruscans. .
23
Hie autem iterum ut nu–
trirent ur .iusti , etiam su!e vir–
tutis oblitus est.
24
Creatura enim .tibi Fa-·
Ctori deserviens , exardescit in
tormentum
adversu~
iniustos: et
lenior fit ad benefaciendum pro
his qui in te confidunt.
25
Propter hoc et tune in
omnia
transiigurata
, omnium
nutrici gratiae tuae deserviebat,
ad voluntatem eorum qui a te
desiderabant:
26
Ut scirent filii tui, quos
' dilexisti, Domine, quoniam
b
non
nativitatis fruCtus pascunt ho–
mines, sed sermo tuus hos qui
in te crediderint , conservat.
27
Quod enim ab igne non
poterat
ex~errninari
, statim ab
exiguo radio Solis calefatl:um ta–
bescebat:
28
Ut notum omnibus esset,
quoniam oportet praevenire So-
1
AJgunos entienden y explican esto,
diciendo , que guisado y sazonado aquel
manj ar de mil maneras , como cada uno
apetecia , de todos modos conservaba un
gusto muy gra to al paladar.
2
Y
el granizo que haci as Hover so–
bre los Qgypcios , aunque mezclado con
,foego , no se deshacia. O tros lo entien–
~en
de! mana ' qne a la vista se diferen–
i:iaba poco de la nieve
y
de la escarcha.
3
El foego. El mana resistia a toda
a Exod.
TX.
24.
Tom. VI.
la voluntad de cada uno, se vol–
via en lo que cada uno apetecia
r.
22
Y la nieve
y
la helada su–
frian la fuerza del fuego ,
y
no se
derretian: para q ue supiesen que
un foego que ardia y r elumbraba
entre el granizo
y
la lluvia des–
trufa los frutos de los enemigos
2 •
23
Y de nuevo este alismo
3
aun de su virtud se olvid6, para
que fuesen sustentados los jl1stos.
24
Porque la criatura sirvien–
dote a
ti
su Hacedor, se enfurece
para tormento contra los injustos:
y
se amansa para hacer bien a
fa–
vor de aquellos que en
ti
confian.
2
5 Y por esto transfigurada
tambien ent6nces en todas las co–
sas , obedecia a tu gracia
4
que to–
do lo sustenta, al grado de aque–
llos que con ansiq. te lo pedian
s:
· 26
Para que supiesen tus hijos,
a quien amaste, Sefior, que no los
frutos na t urales sustedtan a los
hombres , sino que tu palabra
6
guarda a aquellosque en
ti
confian.
27 Y as! aquello que el fuego
no podia destruir
7 ,
calentado de
un pequefio rayo del Sol luego
se deshacia
8
:
28
Para que supiese'n todos,
que conviene adelantarse al Sol
la
fuerza del fuego , quando se preparaba
p ara que si rviese de alimento a tu Pue–
bl"""' se derreti a al menor rayo de! Sol.
4
A
tu
voluntad benefica.
s
EI
Griego ·
-rwv
O£of,!,6vwv
,
de los
que te lo pedian
,
o mas
propiame1~e
de
los que lo necesitaban.
.
6
Tu
voluntad y mandamiento.
7
Supra v.
23.
8
v
ease lo que sobre todo esto que–
da ya a.::lvertido en el
Exodo xv r.
2
r.
h D euteron.
VIII.
3.
Mat~haei
1v.
4.
R2