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EL
HOMBRE
ni~1g~ná
de las de este geriero,
que
·se puedan considerar .en la vida ac–
tiva. Fuera de que casi en cada
Na.;.
.cíon es diferente el uso de esta ha–
.bilidad: de lnodo, que la Musica
que aplaude una, suele ser fastidio–
sa ordínariatnente
á
el C0111tUl de
la
otra, de que se concluye depenqer
ll1as ·su aprobaciol1,
y
agrado del ha...
bito , que de la raZOl1. Y asi con–
cluirétnos
~
que aunque no se puede
despreciar el buen gusto, que algu–
no tuviere en esto, respeéto de
la..
suya,
y
antes ,se deba alabar el oido,
y
genio proporcionado
á
su hanno–
nía: de ninguna lnanera se debe
aconsejar
la.'
aplicacion
á
ella; pues
á
111aS de no ser util, como queda
visto,
y a
haver tanto' utí!,
y
prac–
ticable en que se enlplée nuestra
aplicacion; debemos considera.r , que
hay habilidades COlno ésta, en que
es
desgracia
alcanzar la perfeccion,
de