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EL
HOMBRE
tos
pasados,
(que
ésta
fuera una
cu-
riosidad poco,
ó
nada
provechosa
para la priética,
y
que
n.las
pudier
·ra11.10S
tenerla por un pasatielnpo
in-
diferente, como
el
.de
quien
se
pa-:–
sea
por una
Ciudad "
ó
jardin ,
solo
á
fin de
ocupar
la vista,
y
gastar el
tienlpo en
la
consideracion de ·
1<;>
l11aterial
de
sus edificios,
y
estruc–
tura) sino
á .
que
10
q
ne·debe servir
I
•• -
a
nuestra
l11struCclon,
y
ensellJ.nza,
es
verdaderarnente
la
reflexl0n
de
los hechos pasados,
cOl1.1parando]o~
á
los
presentes, para poder hacer
sobre ellos l1.1J.S atenta reflexion,
y
supliendo con esto
á
nuestra ex-
.. ..
.
perlencla propr1a acertar 11.1eJor .en
nuestras operaciones. Para lo
qual
no
nos inlporta
el que
sea cierto
lo
escrito, sino
el
que
lo haya podido
ser;
y
hallandolo conforlne
á
la
na:–
tu
raleza de
las
Cosas hUll1anas, nos
.iene
á
ser
inutil
la aplicacion en si
ha- '\