La rebelión de los lápices

93 Vejete Cáceres expulsa a los civilistas del templo de la Patria Ño Bracamonte (año I, n.° 12). Lima, 7 de enero de 1893, pp. [2-3] Litografía sobre papel Nuestra caricatura En torpe y degradante idolatría / estaba el pueblo-rey encenegado; / era su templo augusto, vil mercado / del sacerdocio en la venal porfía. // Cuando ¡oh prodigio!! En memorable día / el Divino Mesías, el Deseado, - / por vez primera con el rostro airado,- / del templo arroja á la canalla impía!- // Se depuran las aras del santuario; / y como un faro en la tiniebla oscura, / templo de Libertad, es el Calvario…// Otro castigo igual el pueblo espera: / Arequipa patriótica lo augura / y la actitud de la nación entera. ( Ño Bracamonte , 7 de enero de 1893, p. 1) A unque el caudillo de los demócratas ya se perfilaba como el principal adversario del Héroe de la Breña, los caricaturistas afines a Cáceres dirigieron sus crí- ticas más violentas contra los supérstites del antiguo Partido Civil, acusados del despilfarro guanero y de la derrota frente a Chile. De hecho, este desprecio fue compartido inicialmente por los partidarios de Piéro- la. El momento de la confrontación abierta entre las tres facciones llegaría con la relativa libertad de expre- sión tolerada por el gobierno de Remigio Morales Ber- múdez (1890-1894). Al tiempo que se atacaban unos a otros, demócratas y constitucionales se dedicarían a desacreditar los esfuerzos hechos por el civilismo en su intento por retornar al poder. En una analogía lapi- daria, el pasquín Ño Bracamonte representó a Cáceres como Jesús justiciero que expulsa a los mercaderes ci- vilistas del templo de la Patria. C ronología : el siglo xix en caricaturas

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