La rebelión de los lápices

225 Vejete La Unión Cívica Ño Bracamonte (año I, n.° 5). Lima, 19 de noviembre de 1892, pp. [2-3] Litografía sobre papel Nuestra caricatura Allí va y bien cargada / de la basura política / por buenos machos tirada / al mu- ladar, “la Unión Cínica”. // Muladar que hay el intento / de conservar sin razón; / se le llama parlamento / tan solo por irrisión. / Cuando es un foco malsano, / cuyo miasma es tan nocivo / que en invierno y en verano / enferma al Ejecutivo. // De podra va saturada / y de leprosos también, / pero estos no huelen nada, / los adormece el vaivén. // En su asquerosa tarea / el CHANCHO me causa horror, / pero mal pese á “La Idea” / el GATITO es un primor. ( Ño Bracamonte , 19 de noviembre de 1892, p. 1) V irulento ataque a la Unión Cívica, agrupación que en aquel momento poseía una bancada mayoritaria en el Congreso. En ella se reconoce a sus más conno- tados miembros, algunos transformados en barrende- ros chinos. En primer plano, Mariano Nicolás Valcár- cel recoje con una pala los despojos de sus supuestos robos y crímenes. Los huesos aluden a los fusilados en el cuartel de Santa Catalina el 3 de noviembre de 1890, cuando Valcárcel era Presidente del Consejo de Ministros. En la imagen se pueden reconocer a otros miembros de aquel gabinete tan polémico, como Is- mael de la Quintana, una de las dos mulas que tira de la carreta de basura; la otra parece llevar el rostro del civilista Ántero Aspíllaga. En la parte inferior, un gato se burla de la escena: su rostro parece corresponder al de Cáceres, quien sería el principal rival del civilismo en las elecciones presidenciales de 1894. E l lugar de la memoria

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