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lico, se ponía a la obra de martajar la bayas de pori–
pondio, prod uctor as del criminal al caloide popular, m1rabn
al terco mozo con sorna.
:_Bilico ¡tú no hiciste uunca· unn. cosa bien hecha!
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En el pueblo circuló de boca en boca la noticia, ron
la cel eridad de un letrero púbiico.
A Don
a imiro le habían dado
hua.rhuar.
Pero el
Señor Cura
hab~a
i¡ir ido a las voland as por do médicos
de la ciudad;
y
lo
bían trasladado
a Don Casi al con–
vento parroqui al, para atenderlo mejor.
A.hora e
a
eo1
ale ciente, pero muy decaído ... Sin
embargo el matrimonio con la hermana del Señor Cura
e
iba a realizar en el mismo día.. . Era de ver como
le
habían vestido a Don Ca imiro como a un caballero de la
ciudad... Y esa ropa no le iban a quitar más.. .
P arecía que habían
tratado de quitarle la piedra
imán... Pero Don Casi, volviéndose loco, había perseguido
~on
u lanza al hombre que le dió el huarhuar en ur:. vaso
de guarapo... Se iba a averiguar quien había sido el hechor.
para mandarlo al Panóptico...
iSe había escapado Don
Casi!. ... ¡Milagro de San Vicentito!
Además, el Señor Cura se había puesto muy coléri–
co, sabiendo que se creía en el pueblo que Don Casimiro
tenía la piedra imán.....iLo que nu'nca!... . había
tratado
de estúpido a todo el pueblo....
Y un señor
joven, que vino en compañía del mé-