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nero - de don Uasimiro era dado por los masones. Para
eso h abía sido Teniente Político del <Gobierno sin Dios '
c-omo decía
lm
señor hacendado conservador; y se ha –
bía opuesto a. las procesione , exponiéndose a la maldi–
ciones del señor nura.
Pero la opinión que mayor aura popular obtuvo,
fue la de que Don Casimiro poseía la
pieiúra imán.
La
piedra de la dicha, que traía a su afortunado poseedor
toda. clase de ventura y prosperidad.
Relataban que Don Casimiro la había encontrado, de
joven, a las orillas del J nbones, cuando transitaba por a–
llí con motivo de sus viajes a Zanuna. Había visto relu–
eir la piedra sob ·e la arena, recié11 salida
de
la boca -le
un pez, gramde como dos bueyes, y todo de grana y
oro.
Don Casimiro ae ..había aproximado a élla; entonces
la piedr a, de un
.c:p
o ·curo luciente, como de choto,
habia mordido
a
Don Casimiro en el ta1ón.
Y
don Ca–
simiro, después d.e santiguarse y de ponerse en cruz, con
el ro tro contra el suelo, la había atrapado, previo el
eonjuro, que era del caso:
<<p· d . '
ie
ra rman,
por el Evangelio de San Juan,
no me hagas ningún mal.
Señora piedra imán,
por la flor de la hi erbabuena
y las potencias del Señor
para
ill.l
y
para vos
quiero dinero
y
casa llena."