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llevaron a la boca s udo ·
fra.
cos d
aguardü,1tlt•. Por–
qu ,, ad más de u mala
Yidn,
lo, pobr s e
había11
da–
do a
la
copa.
Ella e quedó dormida.
Derrepente un rápido ruido
le n.nimalejol:i
que pu–
.aran rozando
la
mal za.
Y
en
1
ll ano verdin gro el
contraste de un par de animalito blanquísimo , qu .
Sl'
per eguían cabrioleando. .Ahora tomaban la
forma
clC'
gazapi.llos .
.
.
-¡¡¡EJ Ga.gón!!! .
.
El hermano
y
hermana• e pegaJ"on
in
tantán a–
mente el
lÍ110
al ótro. Los ojos
1
agrai1daban de
tenor.
Y
el
6;a!ffe....i
y
su pareja
en retozo v itigillo o
rozaban apen
eílll·
l
)
omo
11
vu lo rastrero
<le
go–
londrinas.
Y
11 ·
i '
' use
de
hwgo
en
largo
pr rrum–
pían en el
f
m
1
"c:o
lloriqueo fo ·istente,
como
va-
gido de cri
a. Por
tim , trepá1'ldo 'e a ui1a
}JÍ
drn,
cerca de lo hermano:;,
.·e
teuían derecho sobre l:iU
pu–
tas traseras,
y
echando atrás su
couejiles oreja ·, mira–
ban a
los
·ulpables con espantosa fijeza. P oniendo
e 11
su ojos m1a ironía diable ca.
Y
lo animalillos se agran–
daban, crecían, tocaban la s nubes, y giraban sus ojo;
como una rueda ele fuego . Como
un
iri macabro de
f·–
pilépticos colore .
Los hermano , mudos, desencajados, ·udoroso:;,
i11-
tentaban, entre dientes, rellgiosa
invocacione
salvatlo-
ras:
-
¡Válga.meDio ! .
¡San
Miguel Arcángel! .
.
Dios! ...
P ero la
mal~
visión
rían.
. ¡Virgen del Auxilio! . .
.
. ¡Válgame Dios, vá]gam ·
pasó. Pa
ó,
pues si de no, mo-