Table of Contents Table of Contents
Previous Page  47 / 180 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 47 / 180 Next Page
Page Background

- 37-

ses de admiración.

Y en efecto, lviaría Nube, con su esplénilida rahe–

llflra rubia

1

con sus ojos violetas, ;;ombreados por es pe–

>'as pe;>t.añas oscuras

1

r.011

sn color marfil--antigno

~'

sn:-;

delicados labios de casto J_Jincel, era bella hasta la e:-;tn–

pefacnión de propios

y

de extraños. Bella hasta produ–

cir una sensación estéti ca entre sus rudos comvueble–

rmos.

-Ah

1

si no fuese profanación, decía el joven sa–

eristán, al verla llegar para la. ceremonia de la ciuta de

las hijas de Ma,ría, dernchito la llevaría a colocar en el

ui cho de Nuestra Señora

Inmacula.da.

Pero en l , ojos bajos de Maria Nube

1

como en u–

na égida de füil[a

~

;;e dobl aban todos los dardos. Era

ariscamente ]_Jura. " tenía ya descididos sus místieos des–

posorios en u . OILveoto de la ciudad.

Su gra;I e

'1.h.1.

ión era ve fa· e'l nábito blanco, que

t enía ya aderezado en el fondo de la mej or caja de su

casa

1

con los más nimios miramientos.

Paquito la miraba al pie del altar con toda la ten–

sión de sus ojos

1

sintiendo en sus nervios el d1 tlce bie–

nestar de la presencia amada

1

como una sabrosa insola–

ción primaveral.

Y reeordaba como comenzó a amarla. Era su con–

discípulo en la escuela mixta parroquial. Y alfombraba de

flor de retama el camino por donde élla debía pasar.

O

en el patio de la escuela, con la punta de un clavo, es–

cribía palabras de amor, hacia el sitio en que María N u–

be solía hacer su colación.

Al salir de la cer emonia, Paquito que había cursa–

do filatería, como peluquero que era, la abordó con el

más afiligranado r epertorio de su melosidad "peluqueril.