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AGUA O PESETA
-;Y la ·invergüenza, l a muy marrana, había de ga–
narme el pleito! .......Ah, desvergouzada, ladrona!... ....
Y un a adiposa ten1,era, de germana corpulencia,
sudorosa
y
ñadeante> avanza con pa o de ánade hacia
e]
·entro d
l~
iudad, desde uno de los Juzgados de
parroquia urbana.
Viene de Jlerder un pleito importante,
tras mil
fraca:sados ajetreos, vana caminatas y malogrados ob–
Hequios.
-Ah! la....y suelta una palabrota, mientras se en–
juga el
udor con un descomunal pañuelo de seda la–
cr
y
se detiene a tomar resüello.
-¡Pero no importa!. ...Yo le he de hacer un buen
hecho.... ipero un buen hecho!!....
Y el rostro mestizo y picado de la enfurecida mu–
jerona aflójase con un gesto de dulzona ferocidad; y
brilla en sus ojos bizcos el relámpago de un propósito
atroz.
Y ya en casa, en la mediocre abacería, tiéndese en
el e trado cubierto de vistosas alfombritas nacionales,
dolora amente agobiada por amargos
rencores
y pun–
~a11te
jaqueca..
-Ah!
lo,
jueces salvajes
y
sin conciencia.... !y élla!
éll a! que -in duda lo habrá sobornado con
us puercos