Table of Contents Table of Contents
Previous Page  134 / 180 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 134 / 180 Next Page
Page Background

-124-

-iMal hombre!, conm.inó el sacerdote.

Y concluyó, para si.

-¡¡Infame!!

Entró en su cuarto, y se cerró la puerta..

*

*

*

De mañana, Benjamín leía su

brebiario en el banco

ctel corredor. Había madrugado.

A poco salió Pacho

de su cuarto nupcial. Sin salu–

dar a Benjamin

a r avesó el pa..tio, echando al sacerdote un

vistazo 0la

do

soez.

La ventana

de

los novios

se abrió. De espaldas al

patio, Rosali

peinaba. Benjamín se

levantó. Ensilló

por si mi mo

un caba llo, y partió a galope a la

ciu–

dad.

No era todavía mediodía, cuando cumplió su propó–

site. Dejaba poder en forma, para donar a Rosalía y a su

marido el legado de su tía Luz

y

la herencia de su madre.

Escribió a un religioso, amigo suyo, de

la capital, anun–

ciándole que pronto iría a ingresar en su convento.

Regresó a, casa, para llevar consigo algunos

libros.

R osalía

los había guardado en su cuarto. Y los había fo–

rrado cuidadosamente con hoj as de sus cuadernos de cole–

giala. Benj amín se fijó.

En alguna de aquell as hojas, como ensayando

la le–

tra, Rosalía había copiado una coplita popular.

''Ay, por qué no rompí en llanto,