-111 -
* *
Días después del
incidente,
a.
P acho se le ocurrió
comenta rlo con un
joven vecino.
-iHa de ver al zopenco Benjamín, que no qui ere ha–
ce1"e cura! .
.
.
-¿Si?
-Si mi padre hubiese querido que yo foera, ah! otra.
cosa habría siclo.
Y
se puso
e u e:r:ar tod as las ventajas
de un sa-cerdocio, contándolas
p ·
los abu
us,
xactos o
exagerad.os,que a lo
curas
cnacan.
---A
foete Jes- hnbiB:i.·a cobrado a los indios la primi-
cia...
---iNo es tan fácil!
---Les hubi ese recargado
los derechos.
---Eso ya ves que no ha hecho nuestro taita cura,
m
en
diez
años que ha estado en el pueblo.
---Hubiese hecho fiestas a todos
los Santos ...
· --iMás bien eso!
---¿Y las h8rencias que los curas se hacen dejar?
---Eso debe ser voluntario.
---Pero
8S
que di cen que los curas amena,zan co n el in-
fierno.
---iQue va a ser, hombre!
¡Y lo que les respetan a los curas!. . . Son
los amos
del pueblo... H acen lo que les da la gana. . .
---Son Ministros de Dios.