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Bastimentos tenemos para más de año y medio; pode–
mos coger el maíz que tenemos en esta comarca y tor–
naremos a hacer nuestra sementera. Con el ayuda de
Dios pienso sos1·ener esta ciudad seis año , y ' holgaría que
en todo este tiempo no no socorrie .en, porque tengo con–
fianza en vuestros ánimos que sería para más aumentar
nuestra gloria".
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Con estas palabras de tanto esfuerzo quedaron algu–
nos con alguno, y otros todavía descontentos, porque
quisieran que por alguna vía se diera órden en
des~
amparar la ciudad y alvar las .vidas. Y porque es bien
que V. M. sepa qué fué la causa de traer los indios es–
tas cabezas acaesció así, que las cartas que Hernando
Pizarro envió con indios al principio de la guerra al
Gobernador, haciéndole saber como el Inga era alzado,
de donde no se podía e perar sino muy gran desservicio
de V. M., para cuyo remedio, a la mayor prie a que pu–
diese, enviase gente de cabgllo, las cartas fueron a su
poder; sintiendo tale nueva como era razón, juzgándolas
por principio de mucho mal y temiendo perd r lo que
con tanto trabajo ganó
y
pobló rn nombre de
V.
M., de–
terminó de enviar gente de caballo por el camino que se
dice de Guaytara, enviando por capitán a Gonzalo de Ta–
pia1 su cuñado, y a imismo envió otro Capitán por el ca–
mino de Xauxa con menos gente para que estuvie e de
guarnición en un pueblo que se dice Vilca , porque de
allí pudiese avisar -de lo que en e ta ciudad pa aba,
y
guardase aquel paso ·para que todo los español que
fuesen e viniesen pudiesen pasar con menos rie go ;
~
asimismo había proveido a Panamá, que con dineros que
allí tenía le enviasen toda la más g nte que fuese posible,
enviando también por socorro a la Nueva E paña, que
no fué poco necesario lo uno y otro, según suscedieron