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Tambo, que . i le pare ia ina a 'l por aquella parte,
y su gente de acá podría ser prendelle o de baratalle.
Estos mensaj €'ros fueron con esta carta, a los cnales
prendió cierta g nte de caballo que estaba puesta en
la puente ele .A.purima por el Adelantado, para que no
fuese ni vinie e ningún avi o,
y
los trujeron con las
cartas al Adelantado.
De aquí vino
A~Yarado
a Cochacaxa, veinte y dos
leguas d 'ta ciudad, adonde dijeron lo indios que en
una bajada grande, que de allí al r'o que llaman de
Abanea.y hay, había pasos quebrado ; Alvarado, temién–
dose de indio , envió a Pedro de Lerma con gente de
caballo
y
de pié a lescubrir el campo, 1 cual llegó has–
ta tma puente de ·r d por donde se pasa el rio, adonde
halló un peón que ent ónce le acababa de pa ar, el cual
dijo de la manera que el Adelantado había entrado·
en el uzco, con todo lo demás que había su cedido. A
todos pe ó en °Tan manera de ta nueva , parescien–
dole que era oca ión para que la tierra jamás e con–
quista e ; P edro le Lerma envió con el peón dos de ca–
ballo para que informase al General de lo que pa aba,
enviándole a d cir que quería dormir aquella noche en
la puente. Estas nueva pu ieron a todos en muy gran
confusión, l orque nuo decían que era bien pa. ar ade–
lante y eguir su camino, y otro ql:.17
e pera en allí,
otro que se retraje n y lo hi i en ab r al Goberna–
dor. Otro día, de mañana Alvarado envió a llamar a
Pedro de Lerma, para que con pare cer suyo y de otra
personas e determina e lo que ería mejor hacer, el cual;
venido, e acordó que todo se e tuvie en quedos por er
el pa o muy fuerte por el río
y
Ja cuesta,
y
donde podrían
€'Sperar a que el Gobernador le envia e a mandar lo que
habían de hacer.