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cargaba el Gobernador· el cual quiso venir con esta
gente, si no se lo estorbara con r equerimientos la ciu–
dad, poniéndole delante u edad y el trabajo que se le
ofrecía delante, paresciendo a todos ser mu.y grande in–
con eniente, teniendo por muertq todos los de ta ciu–
dad, poner u per ona en aventura, de manera que casi
por fuerza se lo estorbaron.
Llegó .Alonso de .Alvarado a Xauxa
y
juntó toda
la gente; hobo muchas opinione porque había mucha
falta de indios que les llevasen bastimentos: unos de–
cían que fue en. a entrar
y
los traerían, otros que fue–
sen al Cuzco como pudiesen, al fin acordaron que se
fuesen a entrar para traer indios. En e to e tardó cer–
ca de un mes, al fin del cual, traídos indios, partieron
de Xauxa con mucha buena orden,
'Y
h echo alarde to–
do los que eran, e hallaron doscientos hombre de
ca~
ballo
y
tre cientos piquero ,
y
arcabucero
y
balleste–
ros,
y
de todos quinientos. Era .
Alo:o.sode .Alvarado ca–
pitán general. Fueron por sus jornadas, que no halla–
ron resistencia ino en un río que tiene la puente de
peña; aquí los esperaban una guarnición de gente dfl
guerra. El Capitán e a noche dió en ellos al cuarto del
.alba
y
pa ó por un vado
y
les ganó el paso y mataron
y prendieron mucha gente; de lo pre os se informó
del Cuzco, y como iempre decían los unos en contra–
rio de los otros no creían cosa. De aquí fué por sus
jornadas hasta ll gar a .Andaguailas, treinta legua:; de -
ta ciudad, donde hizo un mensajero a Hernallílo Pi–
.zarro, escribiéndole como iba a ocorrelle porque ya
indio le habían dicho que era vivo,
y
e taba aq1ú sin
ningún peligro, dándole cuenta como no se había po–
dido enviar el socorro en más breve tiiempo,
y
quie
por nuevas de indio sabía que el Inga estaba fuerte en
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