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duta de l o·enerela to de la entrada
y
descubrimien–
to qu e llaman de Dieg o de Roja , que es en el Rio
de la
Pl~t a ,
qu e al pre ente se tenia por muy bue–
na
y
rica; que lueo-o a la hora se saldria de la ti e–
rra y se vernia a u exercito . E l Visoney, como lo
auia me neste r para la pre ente jornada y la nece -
idad que te nia de su per sona y por e r hombre de
calidad y muy bastante para la g uerras, le embio
luego con e l mismo Ca rlos de Salazar las prouis–
s iones y mandami ento que embio a pedir, de pa–
chada[s] por udi e ncia R eal. En este tiempo lle–
garon a Quito los le ua nti cos Yñigo Cardo , P edro
Tello, Juan de Rosas
y
P ed ro Anton con los otro
tres soldados que se auian huydo de la cíbdad de
lo R eye en el barco,
y
el\ i orrey lo r e cebio
muy bien,
y
dello supo de como Gonc;:alo Pi<;:arro
es taua ya muy ma l quisto de us capitane y yezi–
no
y
que qua lqui e ra que tomara la boz de l i·ey le
igui eran todos, por lo qual el\ i orrey determino
de salir de Quito para yr cont r a los enemi go y
contra e l tirano.
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ti empo que e l \'isorrey se fue
a Quito e taua Jua n Ve la qu ez e la Xuñ ez en el
pueblo de 1Iotupe haziendo gente por ma ndado de
u hermano, y hec ha la qu e pudo alío de alli y se
ubio por la sierra arriba
y
fue a sali r a l pueblo de
Thomebamba , pa a ndo por la prouincia de lo
Caña re . Y de aqu i p ::i rtio y llego con o-ran trabaxo
a la junta de lo dos grandes rio de Loy a y de
Bamba yeynte y do legua de la cibdad de Qui to,
en donde . e detuuo ha ta abe r lo que el isorrey
le embi a ri a a dezir. Tambien e cribio el Vi orrer
de de Quito al capitan Franci co Hernandez
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