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GALERÍ.

E

RETR

'T

en reen1plaz del sc>ñor Parada, fall ciclo, cotno hemns dich

en u lugar respectivo,

el

26

de

bril de

1779;

sin embargo, en ese corto tiempo, ''examinó por sí mi mo

á

"su clero

1

vi itó e1 obispado ; estuvo en Chiquitos: proporcionó escuela y n1aestros

''á la juventud, estableció el coleg-io setninario

é

hizo en1padronar la diócesis, que se

''vió que contenia ro8,8rr fiele de los que confinnó 49,100."

(~1

ncliburu.

Dic. hist.

y

bzog.

tonzo

7o.)

Llegó el señor de la Reguera

á

Litna

y

tom' posPsión de la sede

archiepi~copal

el 15 de Febrero de 1782 siendo \·irrey el teni nte general don

gustín de

1

áure–

gui. Los

principal~s

acto de su gobterno fu e ron los

~i;uientes,

que extractamos del

artículo corre pendiente del

DzcClollarto

d e

Ien ib tru. rernitit>ndo al lector curioso

ele má"' amplio detalles

á

lo

Apunte

prcra

la

/ustoria

eclesiástica del

Pc1rÚ

por t\1o 1-

señor García

y

anz.

:Examinó el clero, suspendiendo la

lic~-ncia

á

los que no pudieron dar prueba<;

d

suficiencia para de empeñar cum¡lidan1ente su 1ninistcrio: hizo per·onc ltnente la

"i ita general d 1 arzobispado en toda su e/ tensión: hizo practicar el

etnpadrona–

miento general de todas las parroquias de que

con~

taba, del que resultó que la ciudad

ele Lin1a tenía 63.331 habitante

y

toda la arquidiócesis 447.044: confirmó 278.855

fiel e : hizo demoler la capilla erigida n la eumbre del cerro de

an Cristóbal en n1e-

1noria del rechazo que sufrieron lo. indios sublevados que atacaron Litna en 1536,

por er causa de grave exce. o en las ro1nerí s que

á

ella

:e

hacían: en consonancia

con el bando pron1ulgado por el virr<"} frey don Francisco Gil n 30 de Julio de 1795,

<,nforme á la real cédula ele

I .

0

de

Iarzo <1el año ant rior, reglan1entando lo

luto

y

los funerales, cuya ridícula exageración arruinaba en muchos ca os á

las fam1lias

de mediano caudal y era en todo oncrosí imo aún para la n1ás pudientes, dictó un

dicto reglamentando 1 toque de

la~

can1pana , del que se deduce que antes de su

promul<Yación e. taban en JnoYimiento día

y

noche: trabajó en el arreglo de

los n1o–

nasterios, reduciendo el nÚtnero de las

r~ligiosas:

supritnió las procesiones nocturnas

por lo· tnuchos

desórd""n~s

de que eran causa.

y

prohibió se coloca ·en imágenes cli–

\'Ínas n la vías pública

dictando otra muchas di posicione

1

qu

m:tnifiestan su

ilustrado celo en el

n·i io de Dios.

En u tien1po se principiaron la. torres de la catedral y se termin' una de ellas:

se refaccionó

compl~tatnente

e. te templo: se construyó el altar n1ayor, que aun exi te

y

que estuvo en un tiempo todo forrado

d~

plat

1

y el de la capilla del Consuelo: se

fabricó la

cap~lla

de ]as l\1aravillas

y

una interior en el sen1inario de Santo Toribio;

n todos esto

tr~hajos

tuvo el señor d e la Reguera por principal colaborador cll sa–

erdote artista don l\1atías l\1aestro.

En recompensa de sus tnerecin1ientos y servic1os. condecoróle el Rey don Car–

los IV con la gran cruz de la real orden de Carlos I I

l.

((no concedid1 hasta entonce

<t

á ningún virrey ni prelado de la . n1érica l\1eridiona1», según 1\Iendiburu.

Falleció el señ .J r de la Reguera el viernes 8 ele i\1arzo d

1.805

á

los 84 años, 7

meses. y r 5 días de su edad

y

á los

23

años, 23 días de

h~

ber tomado pose ión de la

s~de

archiepic;copal de J..Jima, siendo virrey el

Iarqués de

vilés;

a~í

es que ejf rció

el gcbierno eclesiástico n1ientras ejercieron

el

civil los virreyes

1

áurecrui. Croix,

Gil.

'Higgins y

vilés. con todos los que e lkvó perfc...:ctan1ente, no habiendo tentdo con

ninguno de ellos ninguna de esas

ruiJo~

as cuestiones de cotnpetencia, nacidas alguna

de las m' s fútile · cau as, que tuvieron frecuentetnente. us

predecesore~.

con los que lo

fueron de aquello . En curnplimiento de su última voluntad, sus albaceas, según Mon–

señor García y

anz, sepultáron1e secretan1cnte en la bóYeda del Cabildo el 1nismo día

que falleció, envuelto en unas' bana, con solo el p lio. en un e jón tosco.y sin n1ás

acompañamiento que el de cuatro capitulares

y

c;u fan1ilia, con hachas. Trasladóse des–

pu 's su cadáver al CenH·ntt'rÍo general cuando este se inauguró

n

!

0

ele Junio de

180 ; pero cntendetnos quf' se le ha restituido otra vez á dicha bóveda con los de

sus sucesores. En los

día~

17

y

r8 de l\1ayo siguient

>,

se celebraron pornposísitna–

mente sus fúnebr s .,•equias n la catedral, predicando la oración

fún(~bre

el canóni-

go magistral don

1

o

é

I\1anuel Bermúdez, «quien en ella e inmortalizó, intnortalizan-

a

~ ~

udo

á

tan ilustre prelado,• según la expresión de 1\tlonseñor García

y

anz.

~t.¡

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