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V1DA
DE CHRISTO
habeis hecho. No tengo
yá
que desar, ni mis ojos
no tienen
yá
nada que vér sobre la tierra, despues que
han visto
1 Salvador del Universo. Vos lo habeis
destinado para que esté expuesto
a
la vista de todos los.
Pueblos, como el objeto de su respeto
y
de su amor:
él
ha de
s.erla luz de las Naciones ,
y la
gloria de
Vuestro Pueblo Israél. Joseph
y
María estaban en una
profunda admiracion viendo lo que pasaba ; quando
encarandose
a
ellos el santo viejo' les dió la enhora–
buena por la dicha· ·de tener por hijo
al
Salvador del
Mundo : los bendixo;
y a
María su madre la dixo:
Que aunque aquel divino Niño no había venido aL
Mund<;> sino
a
salvar
a
todos los hombres ; con todo,
muchos no se aprovecharían, por su culpa, del beneficio.
de
la
Redencion, los quales en lugar de hallar en él
un Salvador misericordioso, no hallarl.an sino un Juez
severo : que lexos de ser recibido con respeto por los
que lo habían. deseado con tanta impaciencia , seria
el objeto de su odio mortal : que sería .maltratado,
perseguido,
y
hecho el blanco de
la
contradiccion;
y
tú misma , .por mas que seas
la
mas dichosa de todas
las madres, serás tambien
la
mas a:füxida : te!1drás par–
te
y
no poca en sus dolores : los ultrages ·que harán
a.
tu querido Hijo , serán para ti como otras tantas pufía–
ladas , que te traspasarán el corazon: tú lo ofreces en
este día
a
Dios, como una viéfima que debe inmolarse
un dia por la salvacion del Mundo : te cabrá
a
tí una
gran parte en aquel puro sacrificio ;
y
todo lo que tu
Hijo padecerá en su cuerpo , lo padecerás tú en tu co–
razon.
Sobrevino
al
mismo tiempo al Templo una santa·
viuda
llamada
Aila ,
de edad de. ochenta
y
quatro
años,
.,