SEñOR
NUESTR.0~
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I
cruel como ambicioso ; que habia formado el proyec–
to impío de deshacer se de aquel divino lnf.· nte, el que .
si era el Mesías , debía ser tambien Rey , coge
a
los
Magos a parte, l s hace muchas preguntas•,
y
sobre
todo les ruega,le digan en que ti mp
precisamente ha..
bía empezado a •parecer1la e tr lla : ·y fin g iendo
ten er
él
mismo un g ran d seo de saber con s guridad si ha–
bía:
nacid el g ran Lib rt ado r , tan espe rado por los
Judíos '
les dixo : Id
a
B
l In '
informaos ' como os
diéte vuest ra pruden ia, de todo lo que mira
a e
te In–
fante ' y volved qt1ant<9 antes a darme noticia de todo,
para que yo vaya tatnbien con toda mi Corte
a
r n–
dirle mis homenages . ·
Luego que los Magos se de pidieron de aquel Prín–
cip d isimulado ,
y
se pusieron en carníno, 1 s vol
i '.
Díos
a
dar s.u ·primera guia. La e tr lla que se les ha–
bía ocultado d sde que entraron en
J
rusalen ' se les
apareció de nuevo al punto que salieron
de
~ta
Ciudad,
y
los
conduxo en derechura
a
Bel In. Es facil d com–
preh nder qual fue su gozo quando
V
1
ier
n
a
VI
r
Ja
es–
trella, la qnal no se pa ró
en
su carrera, hasta que es..;.
tuvo encima de la pobre casa en que e taba
el
que bus–
ca an. Enc ran en ella ,
y
encuentran
a
aqu
1
que
el
Ci Jo J s había anunciado. Estaba
el
Niño
J
esus en
los
t
raz s de u madre: nada tenía xteriormente que Jo
isti
1
uie
e
de
Jos
otros niños ; p ro Ja misma
luz
in–
t
ri
r gue les había dado
a
conocer
lo
que indicaba
la
estrella ,
1
s hizo
fa
ilmente descubrir por ntre aquel
frble exterior la augus ta magestad
y
la
supr ma digni–
dad de aqu
1
Dios hecho Hombre.. Todos tres llenos
de una v iv a
fé
se postran dclanre de
él,
y
le adoran co–
mo al Supremo Señor del Universo
y
Salv d r e Jos
hom
1