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VIDA DE CHRISTO
bía hecho de perpetua virginidad , no tenía motivo
para sospechar en ella la mas leve infidelidad : inclina–
base mas bien, dice San Bernardo,
a
creer que Mar4!
fuese aquella afortunada virgen , de que habla lsaías,
que debía dár
a
luz al Mesías. Creyólo, dice el Santo
Doélor;
y
por un sentimiento de humildad
y
respeto,
semejante al que despues hizo decir
a
San Pedro:
Apartaos de mí, Señor, porque soy un pecador : pe–
netrado, digo, de un sentimiento como éste San Joseph,
pensó en apartarse de la Santísima Virgen. No digo
es~
to como parto mio , añade el Santo Abad , sino como
que es el sentimiento de los Padres.
(k)
Entre tanto, el casto Esposo no sabía que resolu–
cion tomaría : despedirla y volverla
a
sus parientes,
era infamarla; por otra parte, no se creía bastante san–
to para habitar con ella. Entre estas dudas se le apareció
un Angel,
y
le dixo : Joseph, acuerdate que eres de la
Casa de David, de la qual ha de nacer el Mesías prQ–
metido ; y no creas que carece de misterio
el
haberte
dado el Señor
a
Maria
~or
Esposa , la qual es de la
misma Familia Real
qu~
tu: sabete que el Niño de que
está preñada , y que ha concebido milagrosamente por
la
virtud del Espiritu Santo, es el Salvador del mundo,
el Hijo único del Padre Eterno,
el
Mesías
prometid~,
y
Dios te ha escogido
a
ti,para que durante su infancia
seas su tutor , y le proveas de alimento , y para que
en este sentido seas su Padre: y asi no temas quedarte
a
vivir con Maria tu Esposa : tu eres el custodio de su
honra y de su virginidad; porque si no hubiera tenido
esposo , no hubiera podido ser madre sin infamarse.
Le pondrás al Niño el nombre de Jesus , para que co-
noz-
(k) Hom.
2.
sup. lliissus.