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..
VID A DE
CHR.ISTO
.men te toda su razon '
y
hacerlo poco
a
poco capáz de
la
fé de un Misterio tan sobre los sentidos
y
la razon.
1•
m
§.
III.
OTRAS PREDICCIONES TOCANTES
a
'ª
venida del
s
aJvador.
C
Omo el Verbo Divino debía hacerse hombre no
·
solo en favor de los Judíos , sino tambien de
!
s•
Gentiles ; quisQ Dios
a
nuestro modo de entender,
hacer que en medio de
la
Gentilidad hubiese Oráculos
que predixesen la Encarnacion del Verbo, la venida del
Hijo de pios,y las principales acciones de su vida. Ta–
les son las. predicciones de las Sibilas,citadas por losan–
tiguos Padres, las quales anunciaban, entre otras cosas,
el Nacimientode Jesu-Christo de una madre Virgen, su
Pasion , su Muerte,
&U
milagrosa Resurreccion ,
y
el
Juicio
univer~al,
que son los Misterios
más
estupendos
y
mas sobre la capacidad del espíritu humano. Como el
dón de profecía es un puro dón de Dios, independien–
te del mérito
u
de
la
indignidad del sugeto, como se vé
en Balán
y
en Saúl , que ambos a dos profetizaron; no
es imposible que Dios comunicase este dón a algunos
de entre los Gentiles , siguiendo en esto los adorables
designios de su providencia.
San Agustín, aquel grande ingenio superior
a
tan–
tos otros, refie re en su libro diez
y
ocho de la Ciudad
de Dios la prediccion que hizo de Jesu-Ch risto
Ja
Sibi~
la
E1 itr 'a , cerca de mil
y
doscientos años antes del
nac1m1
nto del Salvador. Cuenta este
Santo
DoBor la
d
s-