n.
DoM.
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8
EXERCICIOS
. 3
MEDIT ACION
SOBRE
LAS EXCl!SASQUE
APARTAN;
á
los
Christiano.s
de la
Comunion.
PUNTO PRIMERO ..
C
onsidera , que
el
verdadero banquete celestial
á
que son convidados todos los Fieles ,
y
de
que solo era figura la cena de que habla el Evan–
·gelio , es la Comunion. Este es aquel divino
ban–
.quete en que el cuerpo
y
sangre de Jesu-Christo
sirven de comida
y
de.bebida; el Salvador hace aqui
todos los gastos
y
convida
á
todo el mundo. (Pero
quántas. personas se excusan , y no quieren asistir?
U
no dice : He comprado una casa
de
campo ,
y
no puedo dexar de ir
á
verla.
Me
he casado , dice
'l>tro ; bien se
ve
que mi excusa es legítima. Otro
dice: He comprado
cinco
pares de bueyes , me
es
preciso ir
á
probarlos. Veis aqui, dice San
Greg~
rio, los
tres grandes principios de nuestra indevo–
cion , de nuestro retírv de
la
Comunion , y de nues–
tro disgusto. El apégo á-los bienes de la tierra, el
interés
y
el amor del deleyte son los malditos lazos
que nos aprisionan
y
nos detienen. Por mas que Je..
-su-Christo nos envie sus domésticos, sus criados,
para decirnos que todo está pronto , que
nos
espera
para
servirnos
él
mismo
y
ponernos su precioso
cuerpo
á
comer en su mesa;
Vitlam emi:
no
se ha–
ce
caso de un pan todo divino ,
y
de
un
maná
todo
celestial;
las cebollas de Egipto son mas
de
nues-
tro