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EXERCICIOS
LA
Frns- sonas Divinas son inseparables unas de otras en
to–
TA
DE LA
do, hasta en nuestras.devociones
y
en nuestro cul–
~o.
Bastan estas verdades para hacernos compre–
hender que no hay fiesta alguna en la Religion
Christiana , que no
~ea
verdaderamente fiesta de la
Santísima Trinidad ; pues todas las solemnidades
de la Iglesia, celebradon de misterios, fiestas
á
hott–
ra de los Santos
y
de la Reyna misma de los San–
tos; todo , segun el espíritu de nuestra Religion, no
es otra cosa que unos medios· instituidos para
hon·
rar
á
la Santísima Trinidad ,
y
elevarnos
á
ella
co·
mo al verdadero término de todo nuestro culto. Y
así se puede decir , que siendo todas las fiestas del
año meqios para Q.onrar princip<J.lmente
á
la Sandsi–
ma Trinidad, eran
toQ.a~
como la
fiesta general
y
perpétua de ella ;
y
por este motivo
pasar.ontantos
siglos sin que en la ·Iglesia se cele
bráse unafiesta
particular de la
Santís~ma
Trinidad
1
~orno
temien–
do que esta fiesta especial fuese una limitadon de
la
fiesta universal;
y
porque no pareciese que la
fiesta
~ontínua
de la adorable Trinidad estaba su–
jeta
á
la
revolu~ion
anual
d~
las otras , si se hubie–
~
fixado
á
día
Q.et~rnfinado.
En efeél:o,
siendo todas las fiestas del año fies–
tas de la Divina Trinidaq, pues hablando en ri–
gor , Dios $Olo es el fin principal
y
el objeto primi·
tivo de nuestro
~ulto,
parecía p'oco necesario hacer
una fiesta
par~i~ular
de
ella, c"omo que se hubiesa
qaerido reducir al mismo Dios
~
la condicion de
los Santos.
Siq
duda
fu~
esta consideracion la que
hizo diferir por tanto tiempo la institucion de esta
fiesta particular en la Iglesia universal. A la ver-
dad
.. .
....
.
· · JI
...
. ..