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EXERCICIOS
LA
AsCEN•
grandes talentos ; que no pedia de ellos otra cosa
SION. ,
que una entera sumision
á
sus voluntades,
y
una
perfeél:a obediencia; que debian estar seguros que
servian á un Señor igualmente bueno que poderoso,
el qual no les pondria en ningun empleo , sin dar..
les los medios
y
talentos necesarios para desempe–
ñarle dignamente ;
q~e
sabía que por sí mismos
n<>
eran sino flaqueza , pero que les preparaba
un
gran
socorro ;
qu~
dentro de pocos dias baxaria del
Cie·
lo sobre ellos
el
Espíritu Santo, que les inspiraría
q.n
alie1uo
y
un don de fortaleza
y
de sabiduría,
á
que nada podría resistir. Entonces tendréis una per–
fo4a inteligencia de aquellas sublímes verdades
y
de aquellos grandes misterios , que os co5taba tan–
to
el
creer
y
que apenas podíais comprehender; en..
tonces se desvanecerán todos vuestros temores ;
y
tendréjs valor para predicar mi Divinidad
y
mi
Evangelio enmedio de Jerusalén ,
y
hasta
en el
Templo. Le predicaréis
con~
intrepidéz en todas las
Ciudades de
la
J udéa ,
á los
ojos de mis mas mor–
tales enemigos;
~n
Samária, _
dond~
rey
na tanros
siglo¡ há la supersticiq.n
y
la impiedad;
pero
no
se
limitará
á
estos parages vuestro zelo ; llevaréis con
el tiempo mi nombre mas allá de los mares ;
é
iréis
á
anunciar
mi
Evangelio hasta
las
extremidades del
mundo
;
si despues de vuestra muerte quedan
aL–
gu_nos_pueblos pot instmir ; vuestros Succes0res,
á'nitnados del mismo· zelo
y
del mismo espíritu que
xosotros, contiauarán
vuescros
trabajos,
y. llevarán
las
~luces
de
~ste
Evangelio hasta los mas retirados
climas
de la
tierra.
·.
, 'Acabado
e~~c ·_último -disc,µrsoJ
llevó
el
Salva-
-
dor