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debe extrañar la fi e reza de su a taque ; e n el que
por med io de una e loc ue ncia , ta n certera como
hiri e nte, confunde co n los epíte tos má s duros
y
denigrantes, no sólo
á
la filosofía escolás tica
y
á
la sociedad e n qu e e lla se desarrolló; sino que,
en trando e n e l re ino
d ~
la Grecia, dom inado por
insaciable afán d e destru ír tocia autoridad, no
respeta ni aún los ve nerandos nombres de Pla–
tón
y
de A ri .; tó te les . Principalmente en és te
último, cuya doctrin a era la prime ra a utoridad
e n su ti empo, cree encontra r e l mayor e nem i–
go,
y
lo ataca co·n inju sta vio le ncia,
En la seg unda parte d el
-ovum Org-mzum,
Bacó n desarrolla su mé todo inductivo, colec –
ciona nd o obs e n •acion es
y
ej emplos de la na tu–
rale za, de do nd e lu ego saca leyes ge ne ra les qu e
la gobi e rn a n. El mé todo incluc ti ·o qu e procede
de lo p:1rti cu lar
á
lo geMe ra l, no e , s in d uda.
inve nció n ex clu . iva
le Bacó n.
'1uchos siglo
a ntes que
· s ~ e.
ar¡u e l mi smo .'\ ri s tóteles, a l q ue
Bacón
ta nto
d e nig ra ba, lo había pre entado
como
11
n medio para a lca nza r la ve rdad y había
fijado lo . principios
á
qu e debe . omete rse. P -
ro nadie, a ntes qu e Bacó n, había hecho \'e r todo
el inm e nso va lor r¡u e ateso ra
y
la il imitada
ex te n ió n que a ba rca; a lgu na vez se le había
empl eado,
le man e ra má . ó me nos acciden–
.ta l
y.
secundaria; nad ie
1
había u ado on tanta
on . tancia
y
lucid .z,
y
lo había ometido
á
tan–
tas precaucion es)
1
.ye. , que el método induc–
tivo,
n ma nos de Bacón. se tr. nsfonna com–
pletame nte , pe r u ni fi ando u exi . tencia en el
apóstol qu e Jo re\ el ó
y
propa <YÓ. La inducción
a nti <Yua \• vu] <Ya r e con te1:taba con ob er 'ªr
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)
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