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b:én B; se observa qu e la uni ón proviene, no ya
de l pri ncipio de igua ldad , sino de la ásoc iaci ón
.de ideas fu ndadas en el de causalidad. En efec–
to, esa asociación únicamente puede tomar el
carácter d\: necesaria , y por tanto de co noci–
mi ento científi co, cuando se en lazada por
la relación de causa á efec to_ ego entonces,
para q:imp~~s.~ r . e l va lor de nu es tras ideas, e
cesa rio ant~ ", examinar ri l!urosamente el
"' ~
cepto de causalidad. Ante todo, el no e
.juicio analíti co, porque las represe ntacio nes he–
terog-éneas no pu ede n deducirse unas del aná–
lis is las otras; ti ene qu e se r, pues, sintético; Je
dond e es darlo di sting uir, rápida mente, el juicio
,matemático corno analítico, y el empírico-que
comprende tod0 la ciencia experimental-como
sin té tico.
Ahora bien , sometamos, segun Hume, el
principio de causalidad, respecti amente, á la
,crítica de la- razó n y de la experiencia. ccPo r
primera vez, dice Kuno Fi . che r en su acertado
es tudi o de los orígenes de la filo ofla, ~e Kant,
descubrió la fil osofla por medio de Hume que
ef;te concepto tan importante y tan cor~iente
.contení a n su seno un probl ema». Conforme
á la razó n, so n necesa ri os loe; juicios que exclu–
yen toda contradicció n A= . , y en general to–
do lo que pre entan una igualdad lógica; los
juicios h terogéneo ó ea n intético , jamás
:pued n darno la explicación de que porque A
_ au a de B, pue to que siendo ello repre·
: .ntaciones di ersas no implican racionalmen .
:t e el p_rin ipio de contradicción. L razón olo
; ~lcanz la nece idad de los juicio analític<?s;