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parando
y
anunciando definitivamente la obra
de Kant.
' Hume considera como evidente, según
lo
había e nseñ<\do la
esc ~1 e la
senstíalista, que nu es–
tro conol'.imiento se re<luce
á
las percepcion es
é impresiones producidas por el mundo sensi–
ble. Corno Berkeley, cree que nuestras ideas
ti e nen un origen purame nt e subjetivo, median–
te las rep rese ntaciones de nuestro espí ritu; pe·
ro avan za ndo su razonami e nto ni ega la exis–
te ncía ele aquél e n cuanto entidad; afirmando
q
tJP.
sólo una
~itceúón
de impresiones constdztJ
1
e
ti
espíritu.
La ciencia, á escepción. de -la s matemáticas,
d e valor puramente lóg ico, no puede existit·
sino e n el conocimiento ele la realidad; he aquí ·
el principio trasce nde nte ele la ·filosofí a el e Hu–
me. Pero,¿ qu é e.?
~ l
CJ nocimi e nlo? Un juicio.
que enlaza;de un modo
necesario,
representacio–
nes d.adas:· La cues ti ó n es e nton ces averiguar
sí existe el enlace necesari o· e ntre la s re prese n–
táciones." .
D~
dos modos puede realizarse é l,
según qué sean estas
hom og-éneas
ó
heterog-é–
neas.
Si lo primero, puede n formarse juicios
sintéticos,
en los qu e e l predicado es igual al
sl1jeto, como A=A; ó juicios
ana!Uico.r,
en los
que ·el predicado e ncierra
una cualidad, una
pa rteó un agregado del sujeto. Ta11to el juicio
sintético como el acalítico homogéneos, repre–
SGntan qna igualdad; pero sólo el segundo es
o·bjeto de la ciencia;
y
sólo una de ellas proce-
d,e de este modo: las matemáticas pu ras.
.
· Exam_inanclo ahora el enlace de las represen–
taciones heterogéneas: ·si A es, sea por eso tam- ·