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Descartes se propuso, sin embargo, construir
la filosofía
co1no los Keometras,
extendiendo
á
ella su análisis ge0metrico; y produciendo así
un sistema que, paulatinamente como la geo–
metría analítica, se va desviando de lo existen–
te; para terminar, ya no como en ésta con una
fórmula matemática verdadera; sino para de–
ducir una concepción abstracta y falsa.
He aquí la causa por la que la filosofía de
Descartes, y más que ella la de Spinoza, son
construcciones lógicas. cuyo encadenamiento
domina completamente
á
la razón pura; hacién–
donos penetrar en un mundo ideal que tomarnos,
¡tan riguroso es e l procedimiento!, por la reali–
dad; pero una vez que la razón práctica des–
pierta en la vida, en cu entra aquellos sistemas
tan completamente divorciados de ésta, que::ipe–
nas atinamos
á
comprender, si es que no recu–
rrimos
á
las matemáticas para que nos expli–
que el misterio, como es que tan insensible–
mente, sin darse cuenta, se van ellos alej;:in–
do del mundo; á tal extremo que llegan á con–
fundir no sólo
la
Idea con el Ser, sino á dar la
existencia !; ubstancial á aquélla, perdiéndose en
el panteísmo idealista de Hegel, evolución final
de la
metafísi ~a
y
del panteismo geométrico de
Descartes
y
ele Spi noza.
La filosofía de Desca rtes no sólo tenía un ca–
rácter matemático', sino que también estaba in–
vadida por un marcado dogmatismo, que le im–
ponían dos
principio~
que eran para él sagra–
dos: la existencia de Dios
y
la espiritualidad del
alma. Fascinado Descartes por la trascenden–
cia de tales problemas, anticipadamente llevó